Rauni

Era la diosa madre en la mitología finlandesa. Era consorte de Ukko. Se le identifica a veces tanto con el propio Ukko como con su esposa que en otras tradiciones se llamaba Akka. 

Se la identificaba con el serbal, un árbol muy común en el norte de Europa que se consideraba sagrado y ofrecía protección contra los malos espíritus, de hecho se cree que su nombre deriva del nombre de este árbol en algunas lenguas escandinavas.

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Obatalá

Fue el dios del norte y creador del cuerpo humano en la mitología yoruba de Nigeria. Era el representante de Olorun (el dios supremo) en la Tierra. 

Le sugirió a Olorun crear suelo sólido en la tierra para que los dioses y otros seres vivos pudiesen vivir sobre ella, así junto a Orunmila bajó a la Tierra con una cadena de oro y arrojaron arena, una gallina y una paloma sobre las aguas, los pájaros revolvieron la arena dispersándola en todas direcciones y esta arena se convirtió en tierra firme. Después de eso plantó la primera palmera. Le dijo a Olorun que las cosas irían mejor si mandaba luz, así que este creó el Sol. 

Mas tarde decidió crear a las personas con arcilla a las que Olorun dio vida, pero algunas las creó con deformidades porque bebió demasiado vino de palma por las sed que le causó su trabajo, así que decidió ser el protector de todos los minusválidos por su remordimiento. Además de esto ofreció todas las herramientas necesarias para que los humanos pudiesen florecer. Después de unos años viviendo con ellos, decidió volver con los dioses subiendo por la misma cadena de oro.

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Meztli o Metztli o Yohualticitl

Es la diosa de la luna, la noche y la oscuridad en la mitología azteca. Era la forma femenina de Tecciztecatl, se sacrificó a si misma para que la oscuridad acabara y pudiese haber luz durante el día, sin embargo debido a su miedo al fuego y al sol, en vez de este astro se convirtió en la luna.

Un mito cuenta que antes la luz y el sol eran astros igual de brillantes pero esto no era apropiado, así que uno de ellos le tiró un conejo a la cara del otro, convirtiéndose en la Luna este último, y a partir de entonces se puede distinguir la figura de un conejo durante las lunas llenas.

Para el pueblo Otomi del altiplano mexicano era una de sus más importantes deidades. Se le representa con figura esférica y un conejo delante.

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Geb o Gueb

Era el dios de la tierra en la mitología egipcia. Era hijo de Shu y Tefnut. Su esposa y hermana era Nut y sus hijos Isis, Osiris, Neftis y Set. Formaba parte de la enéada de Heliópolis (ciudad egipcia). Era guardián y cuidador de todo lo que había en la tierra, así como generador de todo lo que se produce en ella como los terremotos, los minerales o las plantas.

Dio el poder de gobernar la Tierra a su hijo Osiris, y reguló la contienda entre su hijo Set y su nieto Horus después del que primero matase a Osiris, dando al último el poder sobre la tierra. Al faraón se le daba el título de heredero de Geb. Está unido a su esposa que representaba la bóveda celeste, representando ambos la fertilidad, el momento en el que el universo se ordenó y la personificación de la vida de la naturaleza, más tarde Shu por orden de Ra los separó. En su simbolismo morturio Geb representa la caja del sarcófago y su esposa la tapa de éste.

Se le representaba con apariencia humana y falo erecto, o bien con forma antropomorfa portando en la cabeza una oca o bien una Corona Blanca o la Doble Corona.

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Helios

Era el dios del Sol en la mitología griega. Era hijo de Hyperión y Tea y sus hermanas eran Selene y Eos. Era el marido de la océanide Perséis. Sus hijos fueron Circe, Pasífae, y Eetes. También tuvo otros hijos con Clímene a siete hijas llamadas Helíades y a Faetón y con Rodo a siete hijos llamados Helíadas. 

Cada mañana precedido por Eos se elevaba por el este con su carro tirado por cuatro caballos luminosos, Flegonte (ardiente), Aetón (resplandeciente), Pirois (ígneo) y Éoo (amanecer) para luego descender por la noche por el oeste. Nada de lo que ocurría en el mundo se le escapaba, descubrió los amores entre Ares y Afrodita, y también reveló a Deméter quién raptó a Perséfone. En una ocasión le dejó su carro a su hijo Faetón y este murió al no poder controlar su carro y acercarse excesivamente al Sol. 

Era representado con un halo de pie en su carro con sus cuatro caballos y con túnica ondulante. Se le veneraba especialmente en Rodas de la que se decía que tomó posesión, y que tres nietos suyos gobernaron en sus principales ciudades, Yáliso, Camir y Lindo. El Coloso de Rodas la famosa estatua que formaba parte de las siete maravillas del mundo era una representación suya.

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Enlil

Es el dios sumerio de las tormentas, los vientos y las lluvias. Era hijo de An y Ki. Su esposa era Ninlil, y sus hijos principales eran Nergal, Nanna y Ningirsu, también se le atribuían otros como Nisaba, Pabilsag, Enbilulu o Namtar. Se encargaba de guardar las tablillas del destino donde estaba escrito todo lo que había de acontecer en el mundo. Era la divinidad patrona de Nippur.

Fue desterrado de Dilmun y mandado a Kur (inframundo) por violar a Ninlil, pero esta le siguió al inframundo dando a luz a Nergal, después engendró a otras tres deidades del inframundo, antes de volver a Dilmun. Enlil había ayudado a crear a los humanos pero después se cansó del ruido que hacían así que les envió una inundación, pero un mortal cuyo nombre era Utnapishtim sobrevivió gracias a Enki, este fue convertido en inmortal finalmente por Enlil una vez aplacada su furia. 

Consiguió eclipsar a su padre An como dios más importante para ser después él mismo eclipsado por Enki, que adquirió muchas de sus funciones, especialmente las que tenían que ver con la agricultura y también como inventor de las herramientas necesarias para ésta.

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Mama Quilla

Era la diosa de la luna en la mitología inca y protectora de las mujeres casadas. Se la consideró tanto esposa como hermana de Inti. En algunas tradiciones también se dice que es hermana del primer hombre Manco Capac y madre de Mama Oello. Su representante en la tierra era la mujer del emperador inca. Supervisaba los matrimonios, las fiestas y los calendarios.

Los incas veían a la luna como un gran disco plateado y las marcas o cráteres de la luna se atribuían a los rasgos de la cara de Mama Quilla. Cuando había un eclipse se decía que una serpiente o algún gran felino intentaba comerse a la diosa con lo que cada vez que había uno se armaba un gran jaleo para espantar al animal. En Coricancha, el templo del Sol de Cuzco, su estatua estaba rodeada de las momias en pie de las esposas de los emperadores incas. Era la diosa más adorada por las mujeres incas.

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